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Source: Bio Eco Actual
By Aina Calafat, Coordinadora de Proyectos Internacionales e Incidencia Política


Crecer. Es la lógica y también, los hechos. Es lo que está haciendo el sector ecológico en todos sus ámbitos, desde la superficie cultivada y la producción hasta el consumo. Si tomamos los primeros datos estadísticos de 1991 del Ministerio de Agricultura y Pesca de España (MAPA), la agricultura ecológica representaba una superficie total de 4.235 ha, con 396 productores y 50 elaboradores. Más de 30 años después, en 2022, estos datos son considerablemente diferentes: 2.635.442 ha de superficie destinada a la producción ecológica en España, 58.485 productores y 5.921 elaboradores.

En cuanto al consumo, las estadísticas recogidas por el informe del MAPA «Análisis de la caracterización y proyección de la producción ecológica en España en 2020», señalan que la evolución del consumo de productos ecológicos ha sido del 151,33% (de 21,25€ per cápita a 53,41€). Lo ecológico ha dejado de ser un nicho de mercado ignorado, con un mercado total de productos que en 2022 ha alcanzado los 2.856 millones de euros. Y la previsión es que continúe así también en el ámbito global. Desde la Sociedad Española de Agricultura Ecológica y Agroecología (SEAE) invitamos a una reflexión: ¿De qué manera está creciendo la producción y el consumo ecológicos? ¿Queremos repetir los errores de la cadena agroalimentaria convencional en el sector ecológico?

El ejemplo de la comercialización puede darnos algunas respuestas. Pero no debemos olvidar que la producción ecológica responde a unos principios de producción y consumo sostenibles y responsables, que desde la agricultura y ganadería familiar construyen alternativas a partir de otras formas de relación económica basadas en el bien común y en el impulso del desarrollo rural, contribuyendo a la viabilidad económica del sector primario y a dignificar la labor de pequeños productores y productoras.

La comercialización, como último eslabón en la cadena, puede aportar fortaleza y equilibrio, transmitiendo el valor añadido en cada paso. Por eso, desde el enfoque agroecológico, se entiende la comercialización como algo más allá del puro intercambio mercantilista de compra y venta. No es solo un precio. Se trata de un intercambio de un producto y sus valores, ese que transmite el verdadero valor de lo que se compra. Es decir, en los productos ecológicos, el valor comienza en origen, con alimentos de alta calidad que cuidan de nuestra salud y la de nuestro entorno. Y ese valor debe terminar en el último paso, la comercialización, aportando ese valor añadido como es el social, cultural y ético. Todo ese conjunto es el que una persona consumidora de pequeños productores ecológicos, locales y con productos de temporada se lleva en su cesta de la compra.

Desde SEAE seguiremos trabajando por impulsar nuevos enfoques de producción y consumo que sean verdaderas alternativas y modelos que promuevan la transformación agroecológica del modelo económico actual, tal y como representa el modelo colaborativo de sistema alimentario local de los ecoterritorios o biodistritos. Nuestra apuesta es la producción ecológica de base agroecológica, y bajo ese paraguas trabajaremos para el futuro desarrollo del sector.